La tarde de un domingo en Madrid, sobre todo en verano, es lo más parecido a un ataque extraterrestre, la gente desaparece de las calles. Hasta las pisadas suenan menos, como si el silencio fuera algo respetable y sagrado que hasta los pies tuvieran que respetar. Puede ser porque el Domingo siempre es un día de vuelta de algo, y todo el mundo sabe que se vuelve de todos los sitios en silencio, agotados los gritos, las risas y los ánimos en donde hayamos estado. Se vuelve de la playa, agotando los fines de semana en los que merece la pena hacerlo, se vuelve de la comida familiar que se había dejado para el final del verano, se vuelve de las fiestas de Pozuelo, de la visita al Rastro, de leer el periódico tranquilamente.
En mi caso vuelvo del sábado por la noche, con el regalo de un persistente dolor de cabeza y un mal cuerpo que no permitiría ni de lejos participar en Cibeles (ya, ya se que eso no depende de beber unas copas, pero quien no se consuela es porque no quiere). Cada vez cuesta un poco más recuperarse el domingo, y aumenta con los años la sensación responsable de beber menos y llegar más temprano la próxima vez.
Por lo demás, vuelvo de un fin de semana tranquilo, repartido entre preparar una sorpresita para la semana en el blog, ver el estupendo y altamente recomendable documental posteado por Dean hace unos días, y cabrearme profundamente con la comprobación de que las mismas cadenas de TV que gritan desde sus altares mediáticos contra todo lo que se mueve, utilizan la hipocresía para emitir concursos de madrugada a todas luces abusivos y engañabobos, sin que a nadie desde la administración se le ocurra hacer nada. ¿Con que autoridad moral puede una de estas cadenas pontificar sobre los trajes de Camps o el carnet de caza del ministro, o los impuestos, o los saludos comunistas, si llenan sus horas de madrugada con concursos que no sobrepasan ningún mínimo examen moral, absolutamente clavados a los Trileros que son perseguidos por la policía como timadores? ¿Como puede El País editorializar sobre la prostitución, si llena sus páginas de anuncios ofreciendo sexo a cambio de dinero? Menos mal que me queda su pelo entre mis dedos… que si no es como para bajarse en la próxima ¿Y usted?
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Si… cada vez salen más caras las copas pero yo, mientras me llenen la noche con amigos, risas y una buena conversación o con alguien a quien acariciar el pelo… me la pienso seguir tomando.
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Me encantan los domingos, aunque este ha sido especial porque apenas he estado en casa. Me encanta ese dejarte ir. No tener prisa, ni programa, ni medida.
¿Qué tal la resaca?
Besos
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Yo llevo tiempo pensando en bajarme en la próxima, pero mecachis que siempre hay algo que me acaba reteniendo. A veces fue pelo, a veces labios, a veces cine y a veces, cómo no, resaca.
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Ros, de momento, lo pienso un día de cada siete, o sea,al día siguiente, asi que me queda margen….
A estas horas, Carmen, ya olvidada, gracias al domingo, entiendo. Gracias por preguntar…
Pues eso, Theodore, mientras podamos… Un saludo
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Eso es que no has estado por Preciados!! yo sí…con una dosis de Ibuprofeno.
Buen comienzo de semanica!!
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Personalmente prefiero los sábados. Pero los domingos también son de agradecer… Hay que descansar, que sino se gripa el motor.
Saludos.
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Me gustan los domingos, me huelen como a nuevo, como cuando estoy estrenando ropa. Hace tiempo que me cuido de las resacas, como soy bastante noctámbulo me da igual amanecer de fiesta, pero alcohol lo mínimo, mi hígado ya no da para mucho y luego todo el cuerpo lo agradece, así que ya no me acuerdo como son esas resacas.
Veo que a ti te ha afectado la resaca ya que has ido contra unos cuantos, con unas cuantas copas encima seguro no se te escapa ni la más santa de las vecinas.
Un saludo.
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Es que Preciados… eso es trampa. A ver si voy a tener que rehacer el post, jejeje.
Juanjo, toda la razón… y eso que un dinosaurio ya tiene que beber para que se le note.
Pero no lo dudes, Dean. A por ellos, que no son pocos, pero si cobardes.
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Para embriagarse de vida y que venga esa resaca antes de que las moscas del vino se cuelen en la cena.
No importa si antes ha habido una copita o dos.
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cosechadel66.es to GoogleReader!
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